Comentario sobre el concierto barroco de "Cessate omai cessate"

Alix Le Saux junto a la orquesta de Arte nos trae la más famosa cantata de Vivaldi. Alix, una de las mezzo-soprano más populares de la escena, interpreta con majestuosidad la pieza, acompañada de una no muy grande orquesta de violines, clave y contrabajo. En la introducción, podemos apreciar la técnica de pizzicato que realizan los intérpretes de violín, mientras el clave parece seguir un bajo continuo, esperable teniendo en cuenta que nos encontramos en el barroco. La cantante entrará en la pieza algo después, donde el pizzicato desaparecerá y quedarán una voz estirando enormemente las notas y un clave acompañando, aunque pronto regresarán los violines y contrabajo, de nuevo, realizando pizzicato. La cantata es muy regular en cuanto a lo que cambios de timbre refiere, pero por ejemplo el ritmo alrededor del 2:08 cambia totalmente, aunque volverá al estado del comienzo para cerrar esta primera sección de la pieza. Tras esto, habrá una breve pausa, que será rota con una transformación total de todos los elementos de la obra. Los violines ya no realizan pizzicato, y el clave apenas toca un par de acordes al final de alguna que otra frase. Es poca la intensidad, pero escala, y para cuando parece que vaya a estallar, relaja la armonía, realiza una brevísima pausa, y regresa al inicio de la pieza, donde comienza a cantar Alix Le Saux.