La poesía en la música barroca: "Lagrime mie" de Bárbara Strozzi

"Lágrimas mías, ¿por qué regresáis?
¿por qué no limpiáis el dolor
que me quita el aliento y ataca mi corazón?

Lidia, a la que amo,
por que me dio una compasiva mirada
ha sido cautiva por su severo padre.
La inocente chica está encerrada entre los muros,
donde los rayos de sol no penetran,
y lo que más me duele
y aumenta mi tormento
es que yo soy la causa del sufrir de mi amada.
Y vosotros, mis ojos, ¡no lloráis!
Lágrimas mías, ¿por qué regresáis?

Alas, cómo añoro a mi Lidia, mi ídolo,
¡la quiero tanto!
Ella está encerrada entre muros de mármol y yo suspiro,
¡pero no muero!
Si la muerte me fuera asumida
ahora que no tengo esperanza,
toma mi vida,
(te ruego) ¡oh, mis sufrimientos!
Pero yo estoy bien advertido de que si continuo
torturándome incluso más (…)
El Destino me niega hasta la muerte, es verdad entonces, oh, Dios, que el hado
solo desea mis lágrimas."

Traducción al castellano realizada por mí desde la traducción del italiano al inglés de la siguiente dirección: https://music.magnificatbaroque.com/track/barbara-strozzi-lagrime-mie

"Lagrime mie" es una pieza musical del barroco italiano compuesta por Bárbara Strozzi, uno de los pocos nombres femeninos que podemos encontrar en la música de este período. Nacida en 1619 y supuestamente adoptada por el poeta Giulio Strozzi, Bárbara tuvo desde pequeña un ágil acceso a la cultura, y su padre estuvo muy atento a la educación como compositora que recibía su hija. Pese a no ser demasiado conocida, Strozzi fue una excelente compositora, aunque no muy prolífica (en comparación a sus coetáneos), pues su obra se reúne en apenas ocho volúmenes. La compositora era también cantante, y no es para nada descartable la posibilidad de que interpretara ella misma sus piezas. Las letras de sus trabajos acostumbraba a darlas el padre, puesto que era poeta.

No obstante, el poema que encontramos en esta cantata no es de Giulio, sino que pertenece a la poesía popular italiana, su autor siendo anónimo. No han quedado muchas composiciones con este poema como letra, pero se sabe que no fue esta ni mucho menos la única obra que posee los versos. Sobre el poema, nos narra un relato muy común en la literatura de los siglos XIV, XV y XVI: un joven ama a una dama hija de un padre que no está de acuerdo con que el amor entre ambos se consuma. Este "amor imposible" aparece mucho en la poesía del "amor cortés", donde el tópico del "amor milites", es decir, el amor como una empresa militar, convierte el cautiverio de la dama en una batalla por recuperarla. Esto es lo más común en los argumentos de esta índole, pero la perspectiva del cautiverio, en el poema, no se termina de ver como algo contra lo que combatir y así recuperar a la querida, sino más bien como una desgracia a la que difícilmente el "yo lírico" se puede enfrentar. El cautiverio de la amada ya no es percibido como "empresa militar", sino como un inevitable calvario. Así es que "Lagrimme mie" es una pieza triste, que muestra en su conjunto un pesar íntimo, y en la que escuchamos lágrimas en una voz tímbricamente desolada, en acompañamiento de probablemente de un instrumento de cuerda pulsada, quizá un laúd, y en un ritmo sereno que no escapa, en tal intento de amansar la pena, de una armonía repleta de tensiones que no terminan, en la mayoría de la pieza, de ser resueltas. Los versos, de un desconsuelo enorme, se encuentran en comunión con una musicalidad dolida y con un carácter de constante tribulación.

No son pocos los ejemplos de poesía y música en el barroco: es el siglo de las cantatas y de las óperas; también se continúan componiendo madrigales (de hecho, Bárbara Strozzi también es una destacable compositora de estos) y, pese a que estamos en la definitiva emancipación del intrumento de la voz, la poesía no desaparecerá, ni mucho menos, de la escena musical del siglo XVII.