La poesía en la música clásica: "Mir ist so wunderbar" de Beethoven

Beethoven, del que conocemos su biografía por un análisis del mismo este mes, además de componer sonatas y sinfonías compuso, con no mucho éxito, una única ópera: "Fidelio". Rodeada de inconvenientes, como el poco afortunado estreno en mitad del conflicto napoleónico, la ópera es su única pieza lírica conocida, y en la que, nuevamente, se hace evidente su escasa habilidad para componer melodías, pero su excelente destreza en estirarlas hasta su último hálito. "Fidelio" fue estrenada en 1805 con el título de "Leonora", aunque recibió multitud de revisiones en los años posteriores, hasta 1814, donde, ya titulada como "Fidelio", recibe un éxito mayor que en su estreno. Hoy se comentará la relación de la lírica y la música en el cuarteto de "Mir ist so wunderbar", cuya traducción es la siguiente:

MARCELINA
¡Qué sentimiento extraño
me oprime el corazón!
Me ama, eso está claro,
y seré feliz.
LEONORA
¡Es tan grande el peligro
y tan débil la esperanza!
¡Me ama, eso está claro,
oh, indecible tormento!
ROCCO
Lo ama, eso está claro,
sí, niña, él será tuyo,
una buena y joven pareja,
¡qué felices serán!
JAQUINO
Se me erizan los cabellos.
El padre acepta.
Qué extraño sentimiento,
¿cómo encontrar un remedio?

"Fidelio" es la historia de una esposa, Leonora, que, disfrazado de hombre, decide ir a liberar a su marido, Florestán. Leonora entonces habrá de llamarse Fidelio, y con esa identidad se introduce en la prisión.La letra de la pieza es un claro "status quo" de la situación vivida por los personajes en el momento de la obra: Leonora ha enamorado a Marcelina, de la cual está enamorado Jacquino. Marcelina piensa que Fidelio, que no es más que un disfraz, puede ser su amado, mientras que Jacquino pide la mano a Marcelina, la cual es rechazada. Rocco, padre de Marcelina, acepta el amor de Marcelina hacia Fidelio, lo que molesta a Jacquino. Estas narraciones se suceden unas a otras en un canon, contadas por los propios personajes, que conforman un cuarteto. En Marcelina, el ritmo calmado, melodía ondulada y casi monodia, que termina por ser una melodía acompañada llevada por un instrumento de cuerda-metal, muestran lo dicho por el personaje con una alegría serena, como si hubiera sido extasiada y, ahora, tras la ilusión, fantasease con cumplirla. Su parlamento se extiende con humildad y ensimismada determinación, para pronto superponerse con la recién aparecida, no en escena pero sí en partitura, de Leonora, vestida de Fidelio, entonces cantando Marcelina y Leonora juntas, para pronto turnarse, todo ello con la aún humilde melodía acompañada de ese único instrumento de viento-metal. En escena, mientras las actrices cantan, aparece Jaquino portando flores, para que de pronto comience a cantar Rocco, voz más grave, y ritmo más lento, con largos silencios entre frase y frase, que completan Marcelina y Fidelio. Así, en lo que Jaquino, sorprendido, atiende al espectáculo, se une al canon. Antes de él, Rocco ha protagonizado una larga frase. La voz de Jaquino se camufla entre las voces femeninas, puesto que el amor que siente Marcelina por Fidelio es tamaño, e incluso se superpone la del padre, que está ilusionado del amor que siente su hija. Después Jaquino busca su lugar en la composición, y el resto del cuarteto le permite un brevísimo momento de solista, para nuevamente fundirse con la llegada del resto de las voces. Pero hay un elemento curioso y anómalo: Leonora también participa en el coro alegre, el coro enamorado, pero ella está enamorada de su marido, y no de Marcelina. Encuentro en esta rareza la actuación de Leonora: debe actuar como si fuese Fidelio, y por ello, aunque lo que canta no es muestra de amor hacia Marcelina, debe parecerlo, puesto que sino no podrá salvar a su amado.

El canon, finalmente, parece representar la nebulosa de emociones que sienten los personajes del cuarteto: la ilusión del amor de Marcelina, el dolor del amor no correspondido de Jaquino, el orgullo de un padre que ve feliz a su hija, y la máscara de Leonora, para el resto siendo Fidelio, manifiesta en la incoherente interpretación que realiza en el canon: sigue a Marcelina, pero no la ama; todo ello es la exposición de lo que sienten los personajes, que se vale de la incoherencia entre letra y música o la mayor intensidad, presencia, de algunas voces sobre otras.

Bibliografía:
https://laopera.net/beethoven/mir-ist-so-wunderbar-cuarteto-de-fidelio-beethoven
Enlace a la pieza:
https://www.youtube.com/watch?v=PkB7MUT_0Dw