Análisis del "Valse Sentimentale" de Tchaikovsky

Tchaikovski, oriundo de Vótkinsk nacido en 1840 y fallecido en 1893, fue un compositor ruso de principalmente ballets y valses que se ha granjeado una fama inexorable en el mundo de la música culta europea. Piezas suyas como "Obertura 1812" o "El cascanueces" son reconocidas alrededor del globo, y su popularidad incluso en su época fue tamaña. Tchaikovski pertenece al Romanticismo y sus obras se encuentran repletas de marcas de expresión musical. Es un grandísimo melodista, aspecto que no tarda en manifestar en sus composiciones, como en "Valse Sentimentale", pieza hoy a analizar.

"Valse Sentimentale" comienza con una serie de pizzicatos que pronto resuelven en la aparición solista de un violín que, afablemente, inicia su ondulada melodía, con su ritmo, naturalmente, y como el título de la pieza indica, de vals, y al que acompaña una orquesta que no llega a ser la Gran Orquesta, pero no está muy desprovista que digamos. Esta orquesta acompaña al violín con la melodía acompañada, presente con muchísima frecuencia en las obras románticas. Existen dos temas melódicos (a grandes rasgos) en la pieza: el del comienzo, mesurado, pero invitando al baile, y el que sirve, quizá, como cénit de la composición, donde toda la orquesta se anima a seguir al violín, muy jaleoso y emocionante. Por la mitad de la pieza, y como puente, se parecen apreciar un par de sucesiones de preguntas y respuestas entre dos violines.